El seminario dedicado al ejército de tierra y medios de
comunicación social organizado de forma conjunta por el departamento de
comunicación del ejército y la facultad de Ciencias de la información, se
apoderó del salón de actos de dicha facultad, durante la mañana del lunes 22 de
Abril. Esta toma de contacto con el ejército de tierra, se ha tomado como una
nueva opción para dar a conocer el mundo de las fuerzas armadas y su relación
con los medios de comunicación, gracias al convenio que la facultad de ciencias
de la información desarrolla de forma simultánea con el ejército de tierra. Doña Carmen Pérez de Armiñán, decana de la
facultad, acompañada de D. Luis Ruiz de Gordoa y Pérez Leceta, jefe del
gabinete del JEME eran los encargados de dar el pistoletazo de salida a un
seminario en el que se comenzaron resaltando algunos de los inconvenientes con
los que debe lidiar el ejército en la actualidad. Temas como el déficit en
cultura de defensa en la sociedad española, los estereotipos o la imagen que se
tiene del ejército a causa de lo que se refleja en las grandes producciones
cinematográficas, son algunos de los clichés perjudiciales para este colectivo.
“No se puede informar de lo que
no se conoce”. Frase que sonaba en boca de Doña Carmen Pérez de Armiñán
instantes antes de que D. Luis Ruiz de Gordoa manifestase que “no pido que se
hable bien de las fuerzas armadas, pero sí que se haga con exactitud. Pedimos
que se conozcan los elementos de juicio para poder redactar algo referente a
nosotros con claridad”. Una claridad que fue palpable durante la primera
ponencia de la mañana a cargo del comandante D. Alfonso Jáudenes Sánchez,
analista del estado mayor del ejército. La evolución del ejército de tierra
durante los últimos cuatrocientos años fue el principal protagonista.
Destacando momentos puntuales y brillantes de este ejército como los conocidos
tercios, grupo que domina los campos de batalla europeos durante más de cien
años. El declive de estos se produce en la famosa batalla de Rocroi, lo que dará
paso posteriormente a un ejército profesionalizado y reducido en la época de
los borbones, con regimientos similares a los franceses.
La guerra de la independencia
supondrá un salto importante para el ejército español. La aparición del cuerpo
de estado mayor, así como varios conceptos de vital importancia como la nación
de armas o la guerra total, harán que se produzca un cambio destacado a finales
del cambio de siglo. Esta transformación del ejército será palpable a medida
que se producen mejoras técnicas en las diferentes unidades de línea. El
ejército expedicionario será junto al desembarco de Alhucemas en 1925 un hecho
recalcable en la historia de las fuerzas armadas nacionales. Se produce una
evolución evidente durante los años 1970 – 1980, época en la que el ejército
español buscará asemejarse a los ejércitos occidentales, tomando como referencia
a países como Gran Bretaña o Estados Unidos. En los años noventa, la sociedad
española cuestiona el servicio militar, mientras que disminuye la cobertura de
las unidades. Destacarán las denominadas “misiones de paz”.
Como conclusión, se puede destacar
que según el propio ejército de tierra, este se encuentra en permanente
evolución. En un futuro no muy lejano, el ejército tenderá hacia las brigadas
polivalentes. De hecho, esto es lo que se busca en la actualidad. La
polivalencia se enfrenta a la incertidumbre, lo que supondrá una evolución
evidente. Las unidades deben de servir para todo, en la búsqueda de un ejército
híbrido, que deja atrás al ejército especializado.
Por su parte, la segunda ponencia
dedicada a “Los medios de comunicación y el ejército de tierra” fue conducida
por Dr. Manuel de Ramón, profesor de la Facultad de Ciencias de la Información
de la Universidad Complutense de Madrid. El propio de Ramón, charló sobre el
choque de conceptos opuestos en cuanto a lo que debe de ser la información
entre militares y periodistas. Evidentemente, cierto sector del ejército es
reacio a relacionarse con periodistas por diferentes razones. En cambio, el
periodista busca informar aunque se han dado casos de periodistas no
especializados en defensa que lo único que han buscado es un titular
sensacionalista. El denominado “filibusterismo”, es una actitud irresponsable
que perjudica a las víctimas y a la propia profesión periodística.
Cabe destacar, que militares y
profesionales del periodismo se nutren de fuentes informativas, es decir, el
respeto entre ambos debe de ser mutuo. Si las fuentes se convirtiesen en
medios, podría ocurrir que al público le llegase directamente la información
sin acudir a los medios de comunicación convencionales. De ser así, estos
perderían su tradicional función de intermediarios entre el público y las
fuentes. Y de paso, su influencia y sus capacidades de analizar y buscar la
verdad contrastada de datos.
En los últimos años, el ejército
de tierra, ha sido el que más ha cuidado las relaciones con los medios de
comunicación. Este tiene un gabinete de prensa muy trabajado, que cuenta con
grandes profesionales con años de experiencia. Según el propio Manuel de
Ramón, es importante que se mantengan las mismas personas en él, ya estas conocen
mejor a los periodistas y se establecen relaciones de confianza mutua. Además,
el sistema de comunicación en las fuerzas armadas está muy jerarquizado, lo que
frena mucho la labor periodística. La situación del periodismo especializado en
defensa es pobre. La especialidad se ha ido despoblando hasta quedarse
prácticamente sin especialistas.
En cuanto al “Departamento de
comunicación del ejército de tierra”, fue el tema principal de la tercera
ponencia dirigida por el coronel Fco. Javier Marcos Izquierdo, analista del
departamento de comunicación del ejército de tierra. El propio Marcos Izquierdo
analizó la organización y función del DECET, para posteriormente dejar paso al
teniente coronel Fernando Buesa, que ilustró a los asistentes con la “Información
pública en operaciones militares”. Desde la comunicación en operaciones
militares, pasando por el término del periodista empotrado, aquel que convive
con las tropas en el día a día, sufriendo el conflicto en primera persona. Cabe
destacar, que el empotramiento, acerca al periodista a una realidad inesperada,
puesto que nunca se sabe que puede ocurrir en el campo de batalla.
Tras desglosar los diferentes
temas, el comandante Alfonso Jáudenes cerraba la mañana explicando las
diferentes misiones en el extranjero que lleva a cabo en la actualidad el
ejército de tierra. La finalidad de las tropas repartidas en Afganistán,
Líbano, Uganda, Mali y Bosnia, no es otra que el adiestramiento y asesoramiento
de las tropas locales, así como llevar a cabo labores de ayuda humanitaria.
Para finalizar, José Antonio
Guardiola, uno de los grandes periodistas y corresponsales de guerra que habido
en nuestro país en los últimos años destacaba la relación entre militares y
periodistas. Tema de especial importancia en la mesa redonda que tuvo tenía
lugar antes de la clausura del seminario. “La relación entre militares y
periodistas, es una relación cómplice. Ellos tienen el poder de que tienen la
información que tú quieres dar. Ellos saben que tú vives de la información que
das. Entonces si se genera una relación de mutua confianza suele funcionar. Si
el militar sabe, que tú vas a contar lo que te están contando ellos, y lo vas a
contar con lealtad a la realidad, al final te van a seguir pasando
informaciones, pero para ello la mutua confianza importante. Básicamente el
periodista sabe que lo que los militares les cuentan suele ser la verdad,
aunque no necesariamente tiene que ser toda la verdad. Mientras que el papel
del periodista consiste en rellenar esa verdad, con toda la verdad, o lo más
cercano a la realidad. Básicamente ese es el trabajo del periodista en estas
labores de guerra. Aunque además entra en juego también un tercer elemento que
es el impuesto por el ministro de defensa. Ahí es donde las relaciones comienzan
a tener cierto choque. Cuando el jefe de prensa del ministerio de defensa da
una orden, eso ya suele debilitar las relaciones, se producen ciertas
disfunciones en la comunicación de los periodistas”.
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