Cuelgo el documental "La Espalda del mundo" del que pudimos ver una parte en clase hace una semana. El documental dirido por Daniel Corcuera consta de tres partes diferenciadas. Cada una de ellas es un reportaje que da seguimiento a tres situaciones de exclusión (social, racial y política) en la que viven muchas personas en el mundo, tanto en países ricos, como en países empobrecidos.
El primer pasaje, "El niño", cuenta los pasos de Guinder Rodríguez, un chaval de 11 años que malvive con su numerosa familia en una chabola de los suburbios más pobres de Lima (Perú). Con el propio Guinder como protagonista, se muestra el duro trabajo de los picapiedros, al que se ven abocados muchos menores de la zona, que deben hacer esfuerzos heroicos para seguir recibiendo educación escolar.
El segundo fragmento, "La palabra", es un claro homenaje a Leyla Zana, la primera mujer kurda que llegó a ser diputada en el parlamento turco, y que fue encarcelada en 1994 en Ankara (Turquía), para cumplir una condena de 15 años. El motivo: llevar a su juramento parlamentario una diadema con los colores de la bandera de Kurdistán y pronunciar, en el prohibido idioma kurdo, una frase sobre la hermandad entre su puebli y el pueblo turco.
Finalmente, en "La vida", la cámara se adentra en el corredor de la muerte de una cárcel de Texas, para mostrar sin concesiones la deshumanización que conlleva la pena capital. Al hilo de las diferentes confesiones de Thomas Miller (un condenado a muerte de raza negra) que ya ha sufrido diez fechas de ejecución y ha conocido a más de 120 ejecutados, se presentan las terribles declaraciones del alcaide, el capellán protestante y otros funcionario de la cárcel, así como las sentidas opiniones de familiares de condenados y algunas victimas.
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