Zoltan Gabor: “Saber
pintar no significa que uno sea artista”
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Zoltan Gabor en la UCM |
Nacido en Budapest en 1963,
Zoltan Gabor se define a sí mismo como pintor figurativo. Pese a que su
educación artístico cultural comenzó en Budapest, pronto viajó a París para
cursar sus estudios en la Universidad de la Sorbonne de bellas artes. A lo
largo de su trayectoria como profesional, ha inaugurado desde principios de los
años ochenta exposiciones por todo el mundo. En la actualidad, dirige la
fundación “Apoyo al arte”, mientras que su creación aparece en numerosas
reproducciones de obras gráficas, portadas de libros etc…Su creación artística
abarca desde la pintura figurativa hasta retratos, impresionismo, por lo que
lleva a sus espaldas una dilatada trayectoria en el arte. Durante la entrevista
concedida a diferentes estudiantes de periodismo de la facultad de Ciencias de
la Información, el pintor húngaro y residente en España, trató temas de lo más
variopintos. Sus comienzos como artista, la fundación que actualmente dirige, o
los diferentes pasos que lleva a cabo a la hora de pintar un cuadro, fueron los
asuntos que desarrolló Zoltan con los estudiantes.
Zoltan: En primer lugar, es un placer
estar aquí hoy con vosotros. Yo la verdad es que muy pocas veces imparto
clases, pero si algunas veces he dirigido cursos de masters, entonces de esta
manera he tenido relación con jóvenes artistas, o con jóvenes estudiantes que
querían ser artistas. En realidad no tengo mucha experiencia de estar frente a
una clase así como la vuestra. Por lo tanto vamos a hablarnos de tú a tú, y
preguntarme cualquier cosa sobre el arte, sobre mi arte, o sobre el concepto
del arte en Europa y en el mundo. Yo conozco después de más de doscientas
exposiciones y después de recorrer de un lado a otro el mundo entero, bastante
bien lo que ha pasado en los últimos treinta años, porque lógicamente yo
también voy evolucionando con el arte. Viendo un poco las tendencias, considero
que he mantenido siempre una línea personal bastante amplia que recoge
diferentes series y diferentes técnicas. Empezando por gráfica, pasando por el
óleo, hasta utilizar técnicas de relieve. A mí me gusta hablar siempre sobre el
tema del arte, sobre el mensaje del arte. Lo que tú, con una serie que estas
pintando quieres transmitir, quieres contar a tu público, al público en
general. Entonces, considero que el artista, el creador, es verdadero cuando tiene
mensaje. Porque al final, uno puede aprender a dibujar y pintar, o ha nacido
así ya sabiendo aunque tengas que formarte un poco, pero es cierto que
cualquier persona puede aprender en dos años, veinte años o dos meses. Es la herramienta, la técnica, lo que
necesitas para transmitir tus pensamientos, sin la herramienta no puedes hacer
nada, y esa herramienta está en tu mano, es necesaria. Siempre digo que saber pintar no significa que uno sea
artista. Cuando no tienes un mensaje, cuando no tienes algo que contar de
alguna manera diferente a los demás, no eres nada. Yo siempre con todas mis
series he estado buscando el mensaje. Estos mensajes para mi lógicamente vienen
de las vivencias personales, pero también vienen por la cultura, algo que considero
importantísimo en un artista, estar informado. Ser culto, leer mucho, escuchar
música, estudiar mucho, hablar con la gente, viajar y estar abierto y después
de esto, encontrar lo que quieres contar a la gente. Yo normalmente cuando
estoy intentando preparar una serie, trabajo meses estudiando, pensando lo que
quiero pintar y estudiando lo que quiero pintar. Fijaros, os digo escribiendo,
no dibujando. No hago bocetos de lo que quiero pintar, sino que estoy
escribiendo lo que quiero pintar. Aclarando mis ideas, aclarando lo que quiero
y porque lo quiero, ya que esto también es importante. Un artista, un creador
tiene que decir, ¿Por qué quiero pintar esta figura?, ¿Qué es lo que quiero
contar a la gente?. Entonces, cuando ya tengo bien claro todo esto es cuando
cojo los primeros lienzos y empiezo a pintar. Empiezo a ver si la idea funciona
o no funciona.
Pregunta: Cuando tienes una
idea de realizar una nueva obra, ¿Cuál es el primer paso que das, o la primera
inspiración que tomas para realizar un nuevo cuadro?
Zoltan: Nunca pinto un cuadro
solitario, normalmente pinto series. Y eso es lo que explicaba anteriormente.
Antes de empezar una serie que a lo mejor va a ser de treinta, cuarenta o
cincuenta obras, necesito meses de trabajo intelectual. Recojo ideas, recojo
todo lo que quiero pintar, porqué quiero pintar esta serie, qué es lo que
quiero contar con esta serie. Entonces, cuando ya se lo que quiero pintar y por
qué, tengo que buscar la manera de pintar. En qué estilo voy a pintar, qué
técnica quiero utilizar. Relieve, gráfica, óleo, acrílico…¿Qué tonalidades
quiero utilizar con la serie?, ¿Qué tamaños?, ¿Qué formatos?. Ya tengo todo
escrito en un papel, y entonces es cuando cojo el primer lienzo o los primeros
lienzos y voy a ver con todos estos lienzos si estas ideas funcionan realmente
en el lienzo o no. Entonces, los primeros lienzos son siempre como tanteos.
Tanteando si esto funciona o no funciona, qué es lo que tengo que cambiar o que
es lo que pensaba mal o hacer de una forma diferente. Como se trata de una
serie de treinta, cuarenta o cincuenta obras lógicamente necesitas este tipo de
preparación. Cuando ya veo después de dos, tres tanteos que eso es lo que
quiero hacer, normalmente cojo los treinta lienzos y a partir de ahí pinto los
treinta lienzos en el mismo tiempo. Empiezo un día de Enero con treinta
lienzos, y ocho meses más tarde termino esos treinta lienzos.
P: Sobre su cuadro homenaje a Puskas, ¿Cómo surgió esta idea para
realizar esta obra artística?
Z: Esta idea surge lógicamente
porque yo soy de origen húngaro pese a que llevo treinta años fuera de Hungría,
pero tengo relación con mi país por mis exposiciones individuales o por la
fundación que tengo. Viajo casi todos los años a Hungría y lógicamente también
represento la cultura húngara en todos los sitios en los que expongo, ya sea en
Europa, en España, en Estados Unidos o en cualquier sitio. La embajada húngara
y el gobierno húngaro normalmente cuenta conmigo porque yo soy un embajador
cultural para la cultura húngara pese a que me siento muy español. He vivido
más años en España que en Hungría, que es mi país natal, pero mi aprendizaje de
la infancia me lleva hasta Hungría. Normalmente como tengo buenas relaciones
con la diplomacia húngara y con la embajada, surgió el tema de la relación por
parte del estado, el cuadro al Real Madrid y en homenaje a Puskas.
Evidentemente, ¿en quién van a pensar para pintar este cuadro?, en mí, en el
único pintor húngaro que vive aquí en España, así fue.
P: ¿Por qué tanto apego con la cultura popular española? Después de
colecciones de su obra como “Ole y Ole”.
Z: Evidentemente viviendo treinta
años en España, en algún momento tienes que hacer un homenaje a este país.
Entonces hace veinte, veinticinco años cuando pensaba hacer un primer homenaje
a España, no quería hacer algo tan trivial como los toros y el flamenco. Aunque
yo soy muy aficionado de ambas cosas desde que yo vivo aquí, pero me resultaba
muy trivial el homenajear a España con estos temas. En el año 1991, hice un
homenaje a España, pero a través de la cultura y la pintura española, a través
del Greco. Esto fue un homenaje al Greco porque pensaba que sería más idóneo
por mi parte hacer un homenaje a España a través de la cultura con mayúsculas y
no tradicional. Pero bueno, pasando los años, llega un momento en que dices,
encima de que soy un gran aficionado a lo taurino y lo flamenco, pues tengo que
pintar este tema también. Precisamente el año pasado que fue cuando cumplí aquí
en España treinta años, dije, este va a ser el año en el que voy a homenajear a
España con estos dos temas. La cultura más profunda y más importante, más internacional que conoce todo el mundo,
entonces voy a homenajear al Greco. En este caso, eran todos los cuadros
tratados desde las obras del greco. Aquí podéis ver (señala la pantalla), la
serie “Ole y Ole”, taurina y flamenca, en la que trato los flamencos y las
figuras taurinas. Los toreros los trato cada uno desde una perspectiva concreta
y para eso tienes que ser muy entendido o tienes que aprender y ver muchos
toros. Yo personalmente voy mucho a los toros, pero aun así necesitas sacar
fotos, para que el movimiento sea correcto, porque si no después pintas una
cosa y te pueden decir, mira, este movimiento no existe. Igual pasa con las
flamencas, los movimientos, los pasos de las flamencas tiene que ser muy
concretos. Por ello, yo iba muy a menudo a academias de flamenco de amigos míos
para ver y fotografiar un movimiento, un paso, para que todo ello sea concreto.
Luego, ¿Cómo lo tratas?. Eso ya es otra cosa. Como ves, mis figuras son reales.
El movimiento es real, aunque no es realista como está pintando. Yo siempre
estoy buscando un lenguaje diferente tratando también con relieves.
Recomponiendo el cuerpo humano y en este cuerpo humano puedes ver, el
simbolismo, todo aquello que hay detrás. Después de esto uno ya puede pensar
cual es el mensaje en esto. En el caso de los toros, evidentemente el ruedo, es
decir, la plaza, entre el toro y el torero, entre la vida y la muerte, el sol,
la luna, importantes simbolismos en el mundo taurino. En el mundo flamenco,
destacamos el tablao, el movimiento circular del bailarín, el movimiento de la
falda. Yo siempre digo, mis toreros están bailando y mis flamencas están
toreando, así fue la serie “Ole y Ole”.
P: Usted es presidente de la fundación “apoyo el arte”, por lo que me
gustaría saber, ¿Cuál es su visión del arte moderno ahora mismo en España?
Z: El arte moderno en España y en
el mundo en general es bastante caótico en las últimas décadas. Ya no existen
las escuelas o las tendencias como hace tiempo. El arte contemporáneo después
del “pop art” acaba muy individualista. Cada uno hace lo que le da la gana,
tanto en España como en el resto del mundo. Luego en el resto del mundo, en la
última década se ha empezado con el arte conceptual, con temas de
instalaciones, con el video arte, y todo esto está todavía más alejado del puro
arte, de las manualidades. Se equivocaron muchos directores de museos y muchos
galeristas con estas tendencias porque el público necesita un arte que no sea
una instalación en una esquina, una bañera llena de sangre con un televisor
encima. Esto no se considera arte, arte de verdad. Entonces ahora, los artistas
van volviendo a hacer cosas algo más realistas. Más hacia el arte de verdad,
creado encima de un lienzo y bien trabajado. No digo que esto tenga que ser
figurativo ya que esto no es necesario, pero sí que haya algo detrás.
P: Entonces, según usted, ¿el arte debe ser más fácil de entender?
Z: Quien sabe si el arte debe ser
fácil de entender. Yo cuando escucho el típico comentario cuando te dice
alguien en una conversación: “yo no entiendo el arte”, entonces yo siempre
contesto, ¿Quién entiende el arte?, ¿el artista?. No, el artista hace su propio
arte. El crítico de arte tampoco, porque normalmente el crítico de arte es un
pintor frustrado y vive de decir tonterías sobre un pintor. Es decir, vive de
nosotros. El galerista tampoco ya que es un hombre de negocios, vive también
del pintor. Huele y dice, este es un buen negocio, pues venga, cojo a este tío
y lo exploto. Entonces, ¿quién entiende el arte?, el público. Cuando vas a una
galería, cuando vas a un museo y dices, este cuadro me gusta. Este me lo
llevaría a mi casa para poder disfrutarlo, pues eso para mí es entender el
arte. A veces se dan también tomaduras de pelo por parte de los críticos. Sobre
mí, han escrito más de cuatrocientas críticas y diferentes artículos en muchos
medios. A veces ni lo leo, pero cuando lo leo digo, yo no sabía que soy esto.
Los críticos y la gente que vive de esto inventan cosas y normalmente te
sorprendes de lo que dicen.
P: ¿Cómo cree que trata el periodismo en general el arte?
Z: Bueno, existen los periódicos
o revistas especialistas en arte, aunque también el periodismo generalista trata
el arte. De alguna manera tú puedes ver en periódicos como El País o El Mundo,
La Razón, si hablamos de periódicos nacionales que siempre tienen una sección
de arte o de cultura. Dentro de la cultura dedican una página o media página al
arte dependiendo de la figura de quien van a hablar. También en los dominicales
suelen dedicar más páginas para algo importante, pero claro, son pocas.
Comparado con el número de páginas dedicadas al fútbol desgraciadamente es
poco, pero ocurre también en la televisión más o menos lo mismo. En general,
excepto la 2, tú no ves programas de cultura, programas sobre arte, sobre arte
visual o contemporáneo. Quizá solo cuando algún museo importante inaugura una
exposición importante tienes veinte segundos que enseñan algún cuadro, al
ministro y poco más. Lo más profundo no lo suelen tratar.
P: Más concretamente, su arte, ¿Cómo se ha tratado en los medios?
Z: Yo en general estoy contento.
Se han hecho sobre mi cuatrocientas y pico críticas, entrevistas, cerca de
treinta películas documentales, entrevistas en radio, entrevistas en televisión
en muchos sitios. Yo no puedo quejarme sobre mi protagonismo en los medios.
Puede ser todavía más, pero ya es bastante cuando tú dices, se trata de un
artista no de un futbolista o una estrella de pop. Luego comparando con otros
artistas yo siempre he sido muy mediático con mi arte y mis exposiciones.
P: ¿Cómo han influido internet y las redes sociales en la difusión de su obra? ¿Su influencia ha sido
para bien?
Z: Claro que las redes sociales
influyen y mucho porque al final esto es un portal importante, que puede llegar
a muchas más personas que en directo en una galería. Entonces, tener este
escaparate es importante para mí algo muy importante como digo. Yo desde el año
90 tengo página web, cuando todavía pocos pintores tenían. Por aquel entonces
un informático me dijo, vamos a hacer una página web y yo le dije, pero para
que, cuando yo aún no tenía ni internet. Me dijo, tienes que tener porque es
importante. Reconozco que las redes sociales y tu propia página web personal es
importante porque es una salida para tener contacto con el mundo. Si después te
refieres a vender obras de arte a través de páginas web, yo estoy en varias y
en los últimos años solamente he vendido dos cuadros. La gente prefiere ir a
una galería, a un museo o a tu estudio a ver, oler, morder la obra. Esto a
través de un ordenador yo no creo que alguien vaya a vender muchas obras. Uno
tiene posibilidades, pero como te digo, yo en veinte años he vendido dos
cuadros.
P: ¿Las nuevas aplicaciones para teléfonos o tablets, pueden acercarnos
a todos a ser artistas?
Z: ¿Por qué no? Yo siempre digo
que expresar tus pensamientos es libre. Tú puedes hacer, crear algo distinto
aunque eso no significa que vayas a exponer en el metropolitano. Pero, ¿por qué
no vas a poder colgar tus cosas en la red?. Por ejemplo, tú escribes, tienes un
blog, y escribes y subes cualquier cosa.
Pues esto es igual a través del teléfono.
P: Estamos hablando de su obra, y usted ha dicho que no le gusta que le
encajonen. ¿Cómo definiría su obra?
Z: Me han dicho que soy
expresionista lírico, pero yo siempre digo que soy figurativo. Uno ve cualquier
serie mía, y a mí me interesa el ser humano, el movimiento del ser humano. Cuando
yo estaba estudiando en la Sorbonne en Paris, conocí a un grandísimo bailarín,
uno de los creadores del ballet moderno. Entonces yo estaba estudiando por
aquel entonces como antes he dicho en Sorbonne, y me acerqué un día a la opera
de París, donde estaban ensayando el movimiento del cuerpo. A mí me interesaba
verlo para poder pintar, me interesaba el movimiento. Entonces el director me
dijo cámbiate y ensaya con nosotros. Esa es la única forma de entender el
movimiento, como se mueve el cuerpo, como se mueven los músculos. Entonces
estuve durante un año bailando con ellos como bailarín. En resumen, a mí lo que
me interesa es el cuerpo humano y las relaciones del ser humano entre ellos.
Los diferentes movimientos y momentos. Felicidad, tristeza, amor, desamor y
como nos acercamos hacía los demás y que respuestas tenemos. Naturalmente como
soy hombre, me interesa también mucho el cuerpo femenino porque con ello estoy
buscando la belleza. El arte tiene que ser un mensaje de belleza. El arte tiene
que ser algo que te de una pausa, un descanso en la vida. Por ello, intento que
mi arte sea un trampolín.
P: Entonces, ¿el arte y el compromiso social no deben ir juntos?
Z: Bueno, el compromiso social y
el arte no creo tengan mucho que ver. Querer reflejar el compromiso social y tu
pensamiento por ejemplo sobre la guerra o lo que sea, debes de hacerlo siempre
buscando un mensaje, algo diferente.
P: Si quisiésemos comprar una obra suya, ¿Habría precios para todos los
bolsillos?
Z: Yo tengo precios bastante
considerados, pero no estamos hablando de millones. Podríamos decir que tengo
obras para gente con precios asequibles.
P: ¿Qué piensa del mercado del arte?
Z: El mercado del arte es muy sucio.
La gente piensa que el arte es muy bonito, pero no es así, es un mercado muy
sucio, depende de muchas cosas. En realidad es todo un negocio, una explotación
de pintores. Necesitas promoción en un primer momento ya que sin promoción
nadie va a saber que existe tu obra. Sin promoción no vendes nada, no se sabe
ni que existes. Por ejemplo, la Gioconda
es el cuadro más conocido del mundo. Todo por pura promoción. Luego este mercado del arte, subastas, etc…es
todo puro negocio.
P: ¿Hay forma de cubrirse de esto?
Z: sí pero todas las importantes
galerías utilizan este tipo de estrategias y promociones. A estos niveles es
imposible salir de ellos. Cuando entras en el mundo de las subastas o las
grandes galerías tienes que adaptarte a las mafias, explotaciones, aunque también
hay gente que se mueve fuera de ellas.
P: ¿Cómo son los comienzos de Zoltan en el mundo del arte?
Z: El tema es que un pintor nuevo
cuando empieza, si no tiene la suerte de encontrar un galerista o un marchante
bueno, en realidad está perdido. No tiene nada que hacer. Yo por ejemplo
consigo mi primer galerista con veinte años en Francia en mi época de
estudiante en la Sorbonne. En mi primer año de estudios allí, al final de curso
teníamos que hacer una exposición cada uno con su arte. Por aquella época había
conseguido exponer algo en alguna galería pequeña y en una de ellas se acercó
un señor mayor y me propuso exponer una serie de dieciocho cuadros. En un
primer momento yo le dije, bueno, tengo que mirar mi agenda no sé si puedo. En
resumen, hay pintores que no consiguen una buena galería en cuarenta años y yo
con veinte ya la tenía y encima para exponer en una gran galería en París.
P: ¿Tanto éxito tan joven no es un problema?
Z: Mira, a mí me dijeron con mi
primer contrato, tú dedícate a pintar simplemente. Yo he tratado siempre bien
este tema que citas. Para un artista esto son cosas que tienes. Yo nunca he
pintado para cuanto va a valer este lienzo. Yo pinto porque quiero pintar y
contar algo al público. Si se vende mi obra bien, pero nunca pienso en lo que
va a valer.
P: ¿Podría hablarnos un poco de la fundación que usted dirige?
Z: Todo comienza cuando fui
nombrado académico, algo que me sorprendió. Mi fundación abre campos a nivel
internacional con muchos artistas jóvenes. La fundación crea proyectos y de
esta forma, los artistas que participan reciben ayuda y pueden promocionarse.
Yo ante todo busco ayudar a artistas jóvenes, promocionarlos. Aquellos que no
han tenido los medios para promocionar su obra o la suerte de que haya alguien
que apueste por ellos. Ahora bien, es un tema importante conocer qué y cómo
ayudamos a los artistas. No les damos dinero, pero si les damos un empujón para
que suene su nombre y de esta forma, tengan un apoyo con el objetivo de que
crezcan un poco. Nuestra fundación se mueve por todo el mundo y está abierta a todo
el mundo. En ella puede pintar un japonés, un húngaro o un español, ya que yo
opino que para el arte no hay fronteras. El arte es individual. Un ruso tiene
influencias diferentes a un manchego pero el creador es el ser humano. Quizá su
forma de expresar es diferente. Su cultura es diferente, pero sus influencias y
sus sentimientos son iguales. Ambos sienten, ríen, sufren, etc… Por eso quiero
decir que el mensaje intelectual es el importante.